Por eso, cuando vi que se había hecho un cómic sobre su vida supe que tenía que leerlo. Aunque también me daba cierto miedo. No por el medio en sí (el cómic es un arte perfectamente capaz de contar cualquier historia de forma brillante). Si no porque siempre que te enfrentas a una interpretación de algo que amas tienes tus serios reparos. Veremos a ver que tal el biopic que se está preparando. De momento, y hablando del cómic en cuestión, os diré que muy bien. De hecho, ha superado mis expectativas (que no eran bajas).
Como ya en su día le dediqué una entrada a Janis Joplin no voy a entretenerme de nuevo en contaros su vida o por qué, a pesar de su corta carrera musical, dejó una huella imborrable. Contar su historia, la de un mito de esta talla, no es fácil. Si te pasas, te quedas en lo hagiográfico, en lo más superficial, y no conseguirás más que una colorida entrada de la Wikipedia. Si te quedas corto, o te vuelves muy personal, es posible que entres en un terreno resbaladizo, ya que no tenemos la información precisa como para emitir juicios y la protagonista no está para desmentirlos o matizarlos.
Lo que sí tengo claro es que si quieres ir más allá y contar una historia que emocione es necesario volver humano al personaje. Eso requiere acercarse mucho, conocerlo muy bien y tomar decisiones difíciles en cuanto a lo que cuentas y lo que no. La decisión de los autores ha sido la de contarlo todo, o casi todo. Hacer un recorrido por la vida de la cantante desde la niñez hasta su trágica muerte. Esta decisión, para mí, tiene sus puntos buenos y malos.
En la parte positiva, ha quedado una biografía muy completa y pormenorizada sobre Janis. Yo mismo, que conozco bastante su historia, me he sorprendido descubriendo bastantes detalles nuevos. Los autores han hecho un trabajo exhaustivo de documentación que se nota y da solidez a todo el cómic. En este sentido me ha parecido especialmente oportuna la parte final con notas explicativas de las personas que poblaron la vida de Joplin. Esto hace que el álbum se vuelva una obra muy didáctica, al explicarnos no solo la vida de la cantante, sino todo el contexto social y cultural de la época, algo sin lo cual su historia no se llega a entender en toda su complejidad.
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| El grado de detalle en la documentación llega a reproducir en imágenes de cómic imágenes reales de la cantante. Arriba en el famoso concierto del Festival de Monterrey que la dio a conocer o, o dando una entrevista en el Show de Dick Cavett (abajo) |
En el lado negativo, encuentro que esta decisión de querer
contarlo todo, o casi todo, se hace a costa de no poder profundizar más en algún momento concreto. Hay partes de la vida de Janis que se resuelven en una
página o dos, lo que convierte la línea argumental en un viaje apresurado por
hechos, momentos y personas. Hay ocasiones en las que uno no llega a situarse
del todo cuando de pronto, ya está en otro escenario o momento vital. Esta decisión creo que puede pesar especialmente
para los lectores que no sean previamente fans de Janis Joplin, ya que como historia se
pierde desarrollo del personaje y del conflicto en favor de retratar los instantes icónicos de su vida.
Más allá de esta decisión narrativa, los autores utilizan una serie de recursos que me gustan mucho.
El primero es que las canciones de Janis o de otros artistas que la inspiraron sirven como hilo conductor. A este respecto, hay una lista de Spotify que permite escuchar las canciones según estas van apareciendo en la historia. Un acierto total. Me gusta además como las letras de las canciones se sobreimpresionan en el dibujo y sirven para ilustrar un momento de introspección o determinados estados de ánimo.
Los autores de este cómic tienen experiencia previa en álbumes centrados en músicos o canciones de esta época. Christopher, el dibujante, ha participado en Love Song y El Largo y Tortuoso Camino. Nicolas Finet es un sólido guionista que ha participado en cómics como Dan Star, Mémoire vierge o Le Transperceneige. Ambos autores habían trabajado ya juntos en Forever Woodstock (2019).
Siempre he pensado que la forma debe servir al fondo. Desde luego Love Me Please lo cumple con creces. Tanto a la hora de dar importancia a los momentos musicales (que además, no lo olvidemos, eran aquellos en los que Janis se sentía más libre y viva); como en el diseño de cada página y de las tipografías para reflejar el estilo de la época. Decorados, vestuarios, todo esta primorosamente reflejado. Mención aparte merece Degreff, que hace un trabajo extraordinario al utilizar colores y combinaciones de tonos que nos llevan directamente a la época, a la psicodelia de los años sesenta.
En cuanto a la historia, me ha gustado mucho que Bessie Smith, Odetta y MA Rainey oficien de "madrinas", estrellas guía que, además, nos van narrando en
clave personal algunos de los momentos más difíciles de Janis. Es una decisión
elegante y que encaja muy bien con el personaje.
Por otra parte, la historia de Janis está contada sin ocultar las sombras, pero mostrando siempre la parte luminosa. Unos tentáculos persiguen de manera metafórica a la cantante pareciendo querer arrastrarla hacia la oscuridad. Lo trágico persigue a Janis casi de continuo pero nunca consigue alcanzarla. Sí, ya sé lo que estáis pensando: el final que tuvo. Pero insisto en que en la vida de Janis brilla más la luz que la oscuridad. Haber comprendido esta importante cuestión es algo que agradezco a los autores.
Haciendo gala de su nombre Love me, please, es una obra que se nota que se ha hecho con amor. Todo en ella está muy cuidado, formando una preciosa edición por parte de la editorial Aloha. Los autores se han empleado a fondo para trasladarnos a la época y vida de Janis. No quería llegar al final, sabía que me estremecería, y así fue. Pero Janis siempre nos dejará sus canciones, su risa, su melena al viento mientras canta ante un púbico que somos nosotros, asombrados.
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