martes, 30 de septiembre de 2014

Apoteosis

Apoteosis

Según el diccionario de la RAE:
 (Del lat. apotheōsis, y este del gr. ἀποθέωσις, deificación).

1. f. Ensalzamiento de una persona con grandes honores o alabanzas.

2. f. Escena espectacular con que concluyen algunas funciones teatrales, normalmente de géneros ligeros.

3. f. Manifestación de gran entusiasmo en algún momento de una celebración o acto colectivo.

4. f. En el mundo clásico, concesión de la dignidad de dioses a los héroes.

Según el diccionario de Paralajes:

 1. Minuto 13.05 de este video

jueves, 25 de septiembre de 2014

El viaje. Historia de una rata mala

Los que disfrutamos del cómic sabemos que se pueden contar historias serias sin perder un ápice de respeto y de rigor, como nos han demostrado Maus o los reportajes de Joe Sacco, entre otros casos insignes.

Historia de una rata mala es el relato de una joven que emprende una huida que acaba convirtiéndose en un viaje iniciático.  Helen huye de un pasado de abusos y malos tratos por parte de aquellos que más debían protegerla. Por ello, no cree poder volver a confiar en nadie. Su única pertenencia es una mochila donde guarda las tres cosas que más ama: sus libros de Beatrix Potter, sus lápices de dibujo y una ratita que salvó de ser sacrificada y que es su única amiga.  Al empezar la historia la vemos pidiendo en el metro de Londres, mientras ideas tenebrosas cruzan por su mente.

Sin embargo, y a pesar de la desesperación, hay dos motores que la mantienen en este mundo: cuidar a su ratita y seguir la senda de la escritora y dibujante que tanto admira y cuya vida guarda curiosos paralelismos con la suya.

The tale of one bad rat fue publicada originalmente en 1995 en cuatro partes. A nuestro país llegó en formato tomo en 1999 por Planeta DeAgostini, edición ya descatalogada. Este año la Editorial Astiberri ha sacado una reedición bajo el título El cuento de una rata mala

La gran mayoría de los abusos sexuales ocurren dentro del núcleo familiar y pasan desapercibidos ya que el menor suele guardar silencio. Silencio al que indirectamente contribuyen los medios de comunicación que apenas tratan el tema a pesar de que es mucho más común de lo que parece. Es como si al no hablar de ello no sucediera.  Como afirma el autor de Historia de una rata mala: “Los abusos existen dentro de una conspiración de silencio. La mayoría de las víctimas, y sobre todo las más jóvenes, lo consideran algo aterrador y confuso que sólo les pasa a ellas. No se atreven a hablar con nadie de ello y se vuelven seres solitarios y alienados” es por tanto necesario dar a conocer estas historias, como un medio para que las víctimas sepan que no están solas, que no les ocurre tan solo a ellas.

Cuando en 1995 salió publicada The Tale of One Bad Rat, el británico Bryan Talbot era un prestigioso guionista y dibujante, cuyo pasado en el cómic underground y en series como Sandman no hacían presagiar una obra como esta. El autor, plenamente consciente de la responsabilidad que asumía al tratar un tema tan delicado, huye de cualquier tipo de estilismo y opta por un dibujo de corte realista, con modelos humanos de los personajes principales, y localizaciones exactas. El verismo documental llega al punto de calcular con ayuda de un peluquero la velocidad a la que crece el pelo de Helen a lo largo del relato.  Por supuesto, también habló con supervivientes de abusos y buceó en libros de psicología, siendo algunas de las actitudes y palabras de la protagonista un fiel reflejo de lo que suelen sentir las víctimas. Tanto celo tiene su recompensa no solo en la  multitud de premios y elogios que Historia de una rata mala ha recogido, sino también en el hecho de que es utilizada en la actualidad en algunos centros de ayuda a la infancia de Gran Bretaña y Estados Unidos.


Pero Historia de una rata mala no es solamente una historia de abusos. Habla de la necesidad de la imaginación y de la ficción para proyectarse al futuro, para encarar la realidad. También es un viaje desde la Inglaterra más dura y cínica (la ciudad, Londres convertida en una gigantesca jaula), a la conquista de un espacio propio más puro e incontaminado. A lo largo del camino Helen va encontrando aliados y aprendiendo a confiar un poco más en sí misma. En la última parte le espera lo más difícil: volver a confiar en los demás.

El Distrito de Los Lagos en el Noroeste de Inglaterra, importante escenario de la tercera parte de la historia

miércoles, 17 de septiembre de 2014

La barrera del silencio: Lars y una chica de verdad

La mayor parte de la gente tiene miedo del silencio. Los tímidos más. Me refiero al silencio de cuando estás con alguien y de pronto, no se te ocurre qué decir, ni de qué hablar. Si te importa especialmente esa persona es un silencio ensordecedor, una zanja divisoria que urge llenar cuanto antes a riesgo de despeñarte por ella. 

No sé en qué lugar escuché que cuando eras capaz de estar en silencio junto a alguien sin sentirte incómodo había química entre esa persona y tú. La idea me gustó tanto que me la apropié en lo que yo lo llamo “la barrera del silencio” 
La teoría de la barrera del silencio dice que cuando puedes compartir el silencio con otra persona sin sentirte incómodo es que has cruzado una línea en la relación con esa persona, en la que la confianza y la afinidad no necesitan demostrarse con palabras. Creo que algo de esto le pasa al personaje principal de la película que voy a reseñar hoy. Una persona que pasa de atrincherarse en el silencio a utilizarlo como un refugio desde donde vencer sus miedos y pronto, su soledad. 


Lars es un joven adulto con fobia social, que vive en el garaje del apartamento de su hermano y cuñada, a quienes nada les alegraría más que verle emparejado, o por lo menos llevando una vida más sociable. Por fin un día, Lars les da la noticia más esperada: va a presentarles a su novia, la recién llegada Bianca. Hasta aquí todo bien, su familia se apresta a recibir a la joven pareja por todo lo alto, y todo iría como la seda si no fuera por un pequeño detalle: Bianca no es una persona de carne y hueso, sino una muñeca sexual comprada por Internet por el propio Lars 

Ese momento incómodo en que presentas tu novia a la familia...
Pero aunque Bianca no es humana, sí es real. Lars la trata como a su novia, con una delicadeza y cuidado admirables. La familia, desorientada, contacta con una doctora para que le asesore sobre cómo actuar con Lars. Y es ella quién teoriza que se trata de una especie de "delirio transitorio", y que Bianca está ahí por alguna razón psicológica. Su consejo: seguirle la corriente. Mientras, ella, con la excusa de controlar la salud de Bianca hablará semanalmente con Lars para ver cómo evoluciona. Ni que decir que pronto todo el simpático pueblo se meterá en el ajo, tratando a Bianca como a una más. 


Lars es un personaje-iceberg: lo que vemos es una pequeña parte de su personalidad, pero es fácil a través de lo que muestra en pantalla intuir ciertas cosas acerca de su pasado, sus miedos y motivaciones. Es una gran tarea de Ryan Gosling interpretar un personaje en el que si te pasas puedes parecer un loco y si te quedas corto, un idiota. El actor por el contrario consigue ser creíble y tierno en el papel protagonista. 

El otro protagonista de la historia es Bianca, y lo digo en serio. A pesar de ser una muñeca de PVC, Bianca se vuelve (in)creíblemente humana y la causa de que así sea debemos atribuirla al elenco de actores que dan vida a ese pueblo de cuento que no para de buscar actividades para que Lars Bianca se socialice. 

Para que todo esto funcione, es necesario hablar de un gran guion de Nancy Oliver y una dirección llena de sensibilidad a cargo de Craig Gillespie. Todo esto sin olvidar que estamos ante una especie de fábula, una historia que no pretende ser realista (aunque a uno le encantaría vivir en un pueblo como el de Lars, en el que todos conspiran para ayudarte, comulgando con ruedas de molino si es necesario). Tal vez por esto, no sea del agrado de todo el mundo. La verdad es que la película no es cínica ni cae en el humor más cáustico, dos tentaciones que serían fácilmente comprensibles. Es otra cosa y seguramente o te encantará o no te gustará nada. Al final, si te dejas llevar por esta historia, verás que este delirio de Lars es una historia tremendamente humana, con un buen trasfondo psicológico (atentos a muchos detalles). Un cuento que termina donde la vida real empieza; sugerente, cargada de posibilidades.