domingo, 22 de noviembre de 2015

5 películas para una crisis (española)

Ante el inminente estreno de Techo y comida, la película en la que Natalia de Molina interpreta a una madre desahuciada, hoy repasamos cinco películas españolas recientes que hablan de la misma puta crisis, ésa que algunos dicen que ya hemos superado, aunque habría que preguntar a aquellos que no tienen la suerte de ser tan optimistas.
Como digo siempre que hago una selección de este calibre, no están todas las que son: por ejemplo no he incluido ningún documental, a pesar de que algunas de las propuestas más interesantes se hicieron precisamente en este formato; lo que sin duda daría para un post aparte. Tampoco he incluido algunas películas que tocan la crisis de refilón y no como parte central del argumento, ni aquellas que, sin dejar de ser muy buenas, han tenido una distribución escasa y son hoy muy difíciles de ver. Al final del post hago una lista con algunas de estas omisiones, pero seguro que me habré dejado muchas otras en el tintero.

Una observación muy interesante sobre cómo el cine español retrata la crisis la he podido leer en este artículo. Como afirma el autor, frente al cine estadounidense que se centra en las grandes cifras y en los causantes de la debacle (ejemplos son Margin Call o Too Big Too Fail), en España nos encontramos con un cine hecho en un tono mucho más “micro” retratando cómo se vive la crisis a nivel de calle, cómo la padecen sus víctimas, en una visión a la vez costumbrista y que busca la empatía del espectador.

Hermosa juventud (2014)


Una de los efectos más perversos de la crisis en nuestro país ha sido el paro juvenil, que llegó al 57% a finales del año pasado. Muchos de estos jóvenes, cansados de su situación, han decidido emigrar al extranjero, lo que se refleja en la población activa de los menores de 25 años que se ha reducido en un 39%.
El paro se ceba con todos, pero ataca con especial dureza a aquellos que no tienen estudios. Es lo que la película de Jaime Rosales (La soledad, 2007) refleja: una pareja de 20 años que intenta sobrevivir y luchar contra la frustración en la España de hoy en día. No tienen grandes ambiciones porque tampoco tienen grandes esperanzas. Su vida continúa como la de muchos otros, intentando alcanzar algo de la tarta a la que se supone tenían derecho. Con un estilo naturalista y unas interpretaciones magníficas, es quizás la gran película sobre la crisis, una oda al vacío y falta de ilusiones de toda una generación.

5 metros cuadrados (2011)

La de los afectados por la hipoteca y los miles de desahuciados ha sido otra de las caras de la crisis. Pero antes de hablar de los resultados, cabría preguntarse por alguna de las causas y la especulación del ladrillo en pleno pelotazo fue una de las principales.
Fernando Tejero y Malena Alterio mostraron una inédita faceta dramática en esta kafkiana y angustiosa película en la que una pareja de novios que compran un piso sobre plano se encuentran poco después de firmar una hipoteca a 40 años que el edificio está aún sin terminar. Y por lo que se ve no va a terminar nunca.
No resulta difícil acordarse de las “ciudades fantasma” de Seseña y Valdeluz y de todos aquellos que, aupados por los años de euforia especulativa, se valieron de los deseos y sueños de ser propietarios de tantos.

La chispa de la vida (2011)


A pesar de que no tuvo gran éxito en taquilla, la chispa de la vida es, en mi opinión, una de las mejores películas españolas de los últimos tiempos, y una de las que mejor reflejan esta época que nos ha tocado vivir. Álex de la Iglesia (La Comunidad, 2000) dibuja a una España actual devorada por la crisis, el oportunismo y la telebasura. Y es que la lacra del paro y cierto mensaje entre buenrollista y neoliberal convierte a los trabajadores en poco más que marcas que deben, cual tetrabrik de leche, posicionarse en el mercado, intentar vender su producto, aunque con ello vendan también su alma y su dignidad.
José Mota sorprendió a los escépticos con una interpretación contenida y dramática en la que los excesos vienen más de los actores de reparto. La película está muy bien, es aguda y descarnada, tal vez un poco exagerada, como todas las del cineasta  bilbaíno, pero con un mensaje y poder de metáfora que bien podrían convertirla en filme de culto. El tiempo lo dirá.

El mundo es nuestro (2012)


Los dos protagonistas roban un banco vestidos de nazarenos y se ven envueltos de pronto en un lío de mil demonios debido a la irrupción repentina de Fermín, un empresario cincuentón cargado de explosivos que amenaza con inmolarse y exige la presencia de la televisión para llamar la atención sobre su precaria situación económica.
Cuando hablábamos de Hermosa juventud nos referíamos a la falta de ilusión en el futuro como uno de los mayores efectos colaterales de la crisis. Esta película, que guarda ciertos parecidos con La chispa… me ha recordado sobre todo a Tarde de Perros, ese clásico basado en una historia real en el que Al Pacino protagoniza un atraco en el que todo sale mal y la gente empieza incluso a simpatizar con los atracadores, reconociéndoles como a los suyos frente a esos poderes omnímodos que nos sojuzgan a todos desde las alturas, atracándonos día sí día también sin que podamos hacer nada.
Desde luego que la película del novel actor-director Alfonso Sánchez es mil veces más alocada y está llena de tópicos que sin embargo funcionan bastante bien, siendo la sucursal bancaria una especie de retablo de los horrores donde parece estar representado cada arquetipo de la sociedad española. Me gustaría destacar los diálogos entre “el Cabesa” y “el Culebra” tan llenos de surrealismo como de verdad. Y la gran habilidad técnica que demuestra este director para llevar a buen puerto una película de acción trepidante con un presupuesto irrisorio.

Terrados (2011)


Durante la grave crisis económica que azota a España en el curso 2010, Leo y sus amigos disfrutan de una cómoda situación cobrando el seguro de desempleo. En la treintena y desmotivados por el entorno laboral, pasan sus días recorriendo diferentes terrados de la ciudad escogidos al azar donde pasar las horas sin hacer nada.
Si Hermosa juventud era el relato de aquellos que no han conocido una nómina o un trabajo estable en su corta vida laboral, Terrados es el retrato de los que, ya no tan jóvenes, se ven de pronto expulsados del sistema sin saber si volverán a encontrar un sitio en el mismo, y si ese sitio será como aquel que han perdido. Haciendo de la necesidad virtud, la escasez de presupuesto se soluciona con una argucia del guión: los treintañeros se reúnen en terrados, un lugar que otros utilizan para tender y ellos para ver pasar la vida. Me gustaría destacar los diálogos de esta película. Suenan verdaderos y están ausentes de esa demagogia o de la moralina en  la que es tan fácil caer cuando se tratan estos temas.

En corto: otras películas sobre la crisis son Vidas pequeñas (Enrique Gabriel, 2010) en la que un conjunto de personas “descastadas” que parecen haber perdido su lugar en el sistema se reúnen en un camping de las afueras de Madrid, El triste olor de la carne (Cristobal Arteaga, 2013) por su parte muestra en un angustioso plano secuencia la jornada de un hombre trajeado que intenta mantener las apariencias durante una mañana que marcará una frontera en su vida. Ayer no termina nunca (Isabel Coixet, 2013) habla de un futuro cercano en una España hundida por la crisis, en la que una pareja se reencuentra tras cinco años sin verse. En Ilusión (Daniel Castro, 2013) un guionista y director tiene como proyecto hacer un musical sobre los Pactos de la Moncloa con el que espera insuflar al país parte de la ilusión perdida en los últimos tiempos. Ha habido como dije al principio algunos documentales acerca de la crisis: En tierra extraña (Icíar Bollaín, 2014) habla de españoles emigrados a Edimburgo, Euroestafa (Guillermo Cruz, 2014) analiza la actual crisis económica como resultado de políticas monetarias iniciadas antes de la llegada del euro. En el mismo tono aguerrido tenemos Mis ahorros, su botín (2012) documental sobre las últimas estafas bancarias en España, la especulación financiera y su repercusión en la sociedad y en el pequeño ahorrador. En una línea completamente opuesta está Fraude. Por qué la gran recesión (2012), que culpa de todo al estado y propone como solución más mercado. Estrechamente vinculado con la crisis, el movimiento 15M es protagonista de un par de buenos documentales como Libre te quiero (2012) o Banderas falsas (2011). Muy didácticos resultan también los cortos de animación Simiocracia y Españistán de Aleix Saló.

¿Qué os ha parecido esta selección? ¿Habéis visto alguna de estas pelis? ¿Echáis en falta alguna que no haya mencionado?

2 comentarios:

  1. Hola, Miguel :)

    Lamentablemente no he visto ninguna de estas películas; me gustaría verlas todas para poder ver un trocito de la realidad con cada una.
    Quizá la que más curiosidad me provoque sea "Hermosa juventud", porque estoy en esa edad y me resulta desgarrador que alguien con mi edad no tenga ilusiones, esperanzas ni ambiciones, cuando mi camino está repleto de ellas.
    También me llama mucho "Terrados", porque has comentado que los diálogos te han parecido muy buenos y es de los elementos que más me gustan de las películas.

    Acaban de estrenar "Cien años de perdón", y tengo entendido que trata el tema de la crisis desde el punto de vista de la corrupción. ¿La has visto? Yo aún no, pero pretendo hacerlo dentro de poco.

    ¡Un saludo!

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    1. ¡Hola Iratxe! Tengo muchas ganas de ver "Cien años de perdón". De las películas que menciono quizás sea la de "Hermosa juventud" la mejor y más representativa de la crisis que ¿hemos? pasado. "Terrados" fue una grata sorpresa y es una pena que películas como esta, tan llenas de verdad, no tengan oportunidad de llegar a un público más amplio. Con todo y a falta de ver la que me dices, siento y echo en falta la gran película sobre la crisis y la corrupción en nuestro cine.
      Un abrazo, gracias por tu comentario :)

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