Al final he conseguido escaparme y me he dejado caer por la Feria del Libro antes de que la cerraran, algo que intento hacer todos los años (el primero desde que este blog existe).
Y cómo no: es imposible resistirse. He picado. Varias veces. Y eso que me he contenido, pues con tanto libro y caseta era fácil caer en la compra compulsiva, y es que ¡hay tanto que leer! Sobre todo me gustan aquellas casetas pertenecientes a editoriales más especializadas o pequeñas, donde encuentras libros que no son fáciles de ver el resto del año. Suelen ser a las que dedico más tiempo, y siempre me llevo alguna sorpresa. Este año no ha sido una excepción.
Me han llamado la atención de la feria de este año la cantidad de gente que había (¡y comprando!). Y también la cantidad de firmas, unas de prestigio, y otras no tanto, que hacía que prácticamente cada dos casetas te dieras de bruces con un autor. Por cierto, me da verdadera pena cuando veo a uno de ellos de brazos cruzados mientras la gente pasa olímpicamente de su libro. A veces, distraído, te detienes a mirar un libro que te ha llamado la atención, miras al frente y ves al autor del mismo, mirándote con ojos implorantes. Seguir adelante es bastante duro, casi como decirle a la cara "he visto lo que escribes, a lo que dedicas tus días y tus esfuerzos, y simplemente, no me interesa". Debe dar una buena dosis de humildad ver como nadie se acerca a comprar tu libro cuando cuatro casetas más adelante una multitud se agolpa para que algún famosillo les firme su presunto "libro" (normalmente escrito por un periodista)
Bueno, os paso a contar brevemente mi "botín":
Al poco de llegar al Retiro, el sábado por la tarde, sonó por megafonía que José Luis Cuerda estaba firmando un libro llamado Amanece que no es poco. No soy muy de ir cazando firmas, salvo que el libro y el autor me gusten. En este caso se trata de una de mis pelis favoritas del cine español, a la que probablemente acabaré dedicándole un Paralajes, y la verdad es que la posibilidad de tener un libro sobre ella y firmado por el dierector era demasiado jugosa como para dejarla escapar...
La siguiente captura era un libro que ya llevaba tiempo buscando sobre mi admirada Wislawa Szymborska: El gran número, Fin y principio y otros poemas es una recopilación de dos de sus poemarios más emblemáticos, que contiene a la vez algunos otros poemas anteriores y posteriores. Además, incluye el discurso que la autora leyó con motivo de la recepción del Premio Nobel de Literatura: El poeta y su mundo y que llamó la atención por su sencillez y brevedad
Finalmente, y aunque no estaba previsto, me llevé la edición en libro de una novelita corta de Fiódor Dostoievsky; Noches blancas, el relato de las cuatro noches de encuentro entre Nastenka y el soñador protagonista quien cree haber encontrado al fin en ella un remedio contra su soledad.
Os trasncribo el primer párrafo para que os hagáis una idea:
"Era una noche perfecta y maravillosa, una de esas noches, querido lector, que tal vez sólo existan en nuestra juventud. El firmamento estaba tan estrellado, tan luminoso, que, al contemplarlo, uno no podía por menos que exclamar: ¿Es posible que, bajo tan bello dosel, vavan seres llenos de cólera y mezquindad?"
Y esto es todo amigos. Compre un par de libros más un poco al tuntún y dejé de comprar otra docena porque ya me estaba pasando cuatro pueblos. No he comprado novelas porque tengo overbooking de novelas que leer. Tampoco me ha dado tiempo a hacer un hallazgo novedoso como en otros años. Pero ha sido una fructífera visita. Ya os contaré.
En esta caseta se encargan de advertirnos que "hoy no firma nadie" lo cual casi que se agradece |
Fructífera cacería :)
ResponderEliminarLa verdad es que no he leído ninguno de los libros que comentas, tendré que ponerme al día... :/
Hola, Iratxe. La verdad es que no estuvo nada mal...
ResponderEliminarTe recomiendo Noches Blancas. Se lee de una sentada y está escrito con una prosa que es una delicia :)